El cambio climático es uno de los problemas más alarmantes al que nos enfrentamos en la sociedad actual. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) asegura que el quinquenio más cálido jamás registrado fue entre los años 2015 y 2019. Además, desde el 2014 los niveles del mar han ascendido aproximadamente 5 mm cada año.
El mes pasado, un grupo de 57 investigadores de élite presentaron 10 nuevos hallazgos a las Naciones Unidas sobre cómo la actividad humana está afectando al clima. El objetivo fue presentar los resultados de una forma clara y sencilla para ayudar a mejorar las políticas climáticas en el futuro. Además, también se pretende que todas las personas tomen conciencia, piensen y reaccionen ante el cambio climático.
Aquí os dejamos una lista de los 5 que nos han parecido los más relevantes:
1. El cambio climático tiene un gran impacto en nuestra salud mental
Los desastres naturales, el constante aumento del nivel del mar o las temperaturas extremas son sólo algunos de los problemas que causa el cambio climático. Estos cambios de forma indirecta pueden afectar nuestra salud mental, contribuyendo a trastornos como la ansiedad, la angustia o incluso aumentar el riesgo de suicidios.
Los expertos aseguran que a medida que aumente el cambio climático, también aumentarán los impactos en la salud mental. Es por esto, que es muy importante la promoción y conservación de los espacios verdes y azules dentro de las políticas de planificación urbana. Como, por ejemplo, la protección de los ecosistemas y la biodiversidad en entornos naturales ya que, estos proporcionan beneficios para la salud de las personas y resiliencia.
2. Los gobiernos no han utilizado el COVID-19 como una oportunidad para la recuperación
El coronavirus nos ha tenido a todos encerrados en casa durante mucho tiempo y la actividad en general ha disminuido a grandes rasgos durante el último año. Como efecto secundario, se han producido grandes reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes. Las emisiones de CO2 se redujeron en casi un 9% durante el primer semestre de 2020, con una reducción del 17% durante las mayores restricciones.
A pesar de ser buen comienzo, no asegura gran impacto positivo a largo plazo. Para esto, es necesario realizar cambios estructurales en la producción y en el consumo. Actualmente, los gobiernos están destinando grandes cantidades de recursos financieros para la recuperación de la pandemia. El financiamiento de actividades bajas en carbono, como la energía renovable o la electrificación del transporte es necesaria ya que, acelerará la transición hacia una sociedad baja en carbono.
3. Los bosques tropicales empiezan a alcanzar los niveles máximos de absorción de carbono
La absorción de carbono por parte de los ecosistemas terrestres ha aumentado a medida que el CO2 de la atmósfera continúa actuando como fertilizante. Los niveles actuales de CO2 en la atmósfera serían significativamente más altos si no fuera por la absorción y el almacenamiento de CO2 por la biosfera de la tierra.
Los ecosistemas terrestres reducen alrededor del 30% del CO2 (que proviene de las emisiones humanas de dióxido de carbono) debido a la fertilización de las plantas. Los bosques se han vuelto especialmente buenos en absorber carbono, pero cuando cortan los árboles, lo liberan de nuevo a la atmósfera. Esto significa que la deforestación está reduciendo las cantidades de carbono que estos ecosistemas naturales pueden almacenar, empeorando la situación climática.
4. Las emisiones de la descongelación del permafrost son peores de lo que parecían
Las emisiones de gases de efecto invernadero del permafrost serán mayores de lo que se había calculado en predicciones anteriores. El permafrost es la capa de suelo que se encuentra siempre congelada pero no necesariamente cubierta de hielo o nieve.
Es posible que los efectos del deshielo lleguen a duplicar las emisiones de gases ya que, la capa en el hemisferio norte cubre 18 millones de kilómetros cuadrados y almacena entre 1.460 y 1.600 petagramos de carbonos. Esto sería equivalente a un tercio del carbono del suelo de todo el mundo. Cada vez las olas de calor ocurren con mayor frecuencia, provocando que el ártico se descongele en algunas regiones hasta un siglo antes de lo previsto.
5. La electrificación en las ciudades es fundamental para transiciones de sostenibilidad justas
Las áreas urbanas pueden acelerar procesos de descarbonización mediante la electrificación; siendo una vía poderosa hacia una transición energética equitativa. En otras palabras, pueden proporcionar a millones de personas tipos de energía modernas, sostenibles, eficientes y con bajas emisiones de carbono. La electrificación también se refiere a la forma de sustituir los modelos antiguos por fuentes de energía limpia y renovable.
La reducción de la contaminación del aire y las mejoras en la salud y calidad de vida, son beneficios colaterales tangibles de la electrificación urbana. Para poder llevar a cabo esta transición de forma exitosa, habrá que considerar que limitaciones tienen las áreas ya construidas, como las tecnologías interactúan con el diseño de edificios, planificación urbana y mucho más.
Para conocer los otros 5 hallazgos, no dudes en consultar 10 New Insights in Climate Science 2020.
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