Creíamos que el acné era una cosa de la adolescencia, pero todos hemos amanecido con uno o varios granos y sin entender porqué. A pesar de existir diversos productos y tratamientos para el cuidado de la piel, un cambio en nuestra alimentación puede ser la clave para tener una piel radiante, ya que los lácteos pueden ser uno de los culpables de nuestro acné post-adolescente, y de otras complicaciones en la piel como la aparición de ojeras, bolsas debajo de los ojos y tener los párpados inflamados.
Consultamos a distintos expertos para que nos explicaran la relación que hay entre la lactosa y nuestra piel, ya que existe mucha controversia al respecto.
La Dra. Mayte Truchuelo, dermatóloga del Grupo Pedro Jaén explica que la mayoría de personas tienen una buena tolerancia a la lactosa por lo que no se ven afectadas a nivel cutáneo. Sin embargo, mencionó que aunque no hay estudios demostrando la relación entre la ingesta de leche y el acné, “hay autores que proponen que la ingesta de leche puede elevar la insulina post-prandial (después de las comidas) y el factor IGF-I basal.” La IGF-I es una hormona que aumenta la producción de sebo y el crecimiento de células de la piel. Esto significa que el aceite que segrega la IGF-1 obstruye los poros y los recubre con células por lo que la piel se inflama.
Delfina Cebral, health coach holística y especialista en belleza, coincide con la Dra. Truchuelo en la controversia que suelen generar los lácteos, y explica que el tema es distinto para cada quien. “No creo que haya alimentos malos y otros buenos, creo que todo siempre se reduce a cómo cada cuerpo asimila y recibe ese tipo de alimento. No hay dos cuerpos iguales, no hay dos digestiones iguales”.
Los lácteos nos pueden afectar más o menos dependiendo de nuestra tolerancia a la lactosa y nuestro tipo de piel, manifestándose en ella. La piel de las personas con alergia o intolerancia a la lactosa se enrojece con el consumo de estos y en las personas con tendencia a acné o con pieles grasosas, el consumo de lácteos puede intensificar la aparición de granos y la producción de grasa en la cara.
La combinación de los lácteos y otros alimentos también puede afectar como tu cuerpo reacciona a ellos. Según la Dra Truchuelo, se piensa que la sensibilidad a los lácteos se potencia con la ingesta de otras comidas grasas como hidratos de carbono procesados, grasas, etc... que también eleven la insulina y IGF-I.
Cambios para tener una piel radiante
La nutrióloga Andreina White, nos comentó que los seres humanos realmente solo necesitamos lácteos hasta los 2 años, pero sabemos que es muy difícil dejar de comerlos 100%. Por lo que se recomienda consumirlos con moderación y comer aquellos lácteos que sean manchegos o de cabra, ya que la leche de cabra es más parecida a la leche materna, y no causa inflamación como la leche de vaca. Aunque insiste que igual hay que intentar evitarlos. Andreina explica que los nutrientes que nos ofrecen los lácteos (como el magnesio y calcio) los podemos obtener de otros alimentos como las hojas verdes, col rizada, naranja, sardinas, legumbres y almendras. “La gente piensa que necesitamos consumir muchas fuentes de calcio cuando realmente lo que necesitamos es magnesio y vitamina D para tener unos buenos niveles de calcio internos” agrega Andreina.
Aquí te dejamos una receta de queso vegano para que empieces a bajar el consumo de lácteos pero sigas comiendo queso.
Otras recomendaciones
Además de bajar el consumo de lácteos para mejorar el aspecto de nuestra piel, la dermatóloga Truchuelo nos recomienda “una correcta rutina de limpieza con productos exfoliantes pero que a la vez cuidan e hidratan la piel, seguida de la aplicación de productos tópicos a base de activos con eficacia demostrada antiacné. Podremos usar también semanalmente mascarillas a modo de peeling que implementen dicha limpieza”.
Para Delfina los pilares fundamentales para mejorar el aspecto de nuestra piel son una alimentación balanceada, la práctica de ejercicio para manejar el estrés y un consumo de agua acorde a nuestras necesidades. Además de esto nos recomienda “una rutina consistente es necesaria, sea cual fuere, una básica de 3 pasos o una super completa. Cleanser, exfoliación dos veces por semana, productos de cosmética botánica, masajes faciales regulares, cepillado en seco son algunas de las cosas que les recomiendo a mis clientes”. Pero para Delfina “antes de todo, viene la compasión y aceptación del cuerpo, esa es la clave”.
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