Es casi imposible tener una empresa en la industria de la moda y ser sostenible al 100%. No te preocupes, hasta las acciones más pequeñas pueden llegar a tener un gran impacto.
La guía CFDA la desarrolla el Consejo de Diseñadores de Moda de América y trata de ayudar al sector de la moda a crear y superar sus propios objetivos de sostenibilidad. Con esto, pretende orientar a las empresas ofreciéndoles una serie de recursos y acciones determinados que puedan aplicar directamente en sus negocios. Como punto de partida, hay que empezar mirando la perspectiva más amplia “¿Quiénes somos?” “¿Qué nos importa?” y “¿Qué significa la sostenibilidad para nosotros?”.
Para adaptar tu empresa a un entorno ecológico debes tener una estrategia de sostenibilidad definida. Esto no solo te ayudará a tener un objetivo a largo plazo, sino que también beneficiará la lealtad de marca por parte de tus consumidores, las relaciones públicas e incluso atraerá nuevos inversores. El primer paso es crear un relato de marca, por qué estás haciendo lo que estás haciendo y por qué tendrá un impacto positivo.
Una vez aclarada nuestra brand narrative pasaremos a delimitar en qué punto nos encontramos y a dónde queremos llegar. Debemos medir en qué punto de nuestro camino a la sostenibilidad nos encontramos. Hay varias herramientas que podemos utilizar para medir esto como: B Corp Impact Assessment, Natural Step Method, Higg Brand & Retail Module o C2C Certified Self Check.
Estos pasos nos llevarán a definir nuestra estrategia de sostenibilidad. Es importante que todos los miembros de la empresa estén al tanto y colaboren con los planes de futuro. Como equipo, deberán entender qué significado tiene la sostenibilidad para la empresa, objetivos, necesidades, cambios y progresos a los que se van a someter. La sostenibilidad debe ser un valor explícito inculcado en la cultura de la empresa y se debe tener en cuenta a distintos niveles en la toma de decisiones.
No solo se trata de preocuparnos por nuestro equipo de trabajadores, sino aspirar a tener un impacto positivo en todas las comunidades a las que llegamos con nuestro trabajo. CFDA nos recomienda englobar a las personas en tres niveles distintos: empresa, comunidad y cadena de suministro. Esto se trata de un apartado complicado ya que, es prácticamente imposible medir con exactitud todas las personas a las que nos exponemos como empresa. No obstante, podemos hacer uso de recursos como: CFDA Sustainable Strategies Toolkit, B Lab Best Practice Guides o CompanyCulture.com Tools for Change.
“El buen diseño es sostenible, por lo que la sostenibilidad debe comenzar con el diseñador.” Debemos analizar el impacto que tiene nuestro producto desde el principio del proceso creativo. Según un estudio realizado por Sustainable Apparel Coalition, los diseñadores y desarrolladores tienen la capacidad de controlar más del 80% del impacto ambiental que produce un producto.
Hay varios caminos que puedes adoptar cuando buscas un diseño sostenible. En la industria de la moda, se intenta lograr el objetivo de la economía circular. Esto quiere decir, reutilización y reciclaje de materiales para extender el ciclo de vida de los productos. Esto tiene que ver con crear productos de alta calidad ya que, facilita extender la vida de estos.
Otra de las estrategias de diseño que menciona la guía CFDA es, proporcionar instrucciones a los consumidores sobre qué hacer cuando se acabe la vida de su producto. Incluso como empresa, puedes llegar a considerar la creación de un programa de reutilización de tus productos. De esta forma, asegurándote que los productos que creas están siendo reciclados correctamente.
No solo se trata de qué hacemos con el producto una vez dejamos de necesitarlo, también podemos ayudar al medioambiente en fases anteriores. La atención al cliente durante la fase de uso de la vida de un producto puede tener un gran impacto medioambiental. Nos ponen de ejemplo el uso de las lavadoras, entre el 80% - 90% de la energía total utilizada por una lavadora es para calentar el agua. Si comunicamos a nuestros clientes que es mejor lavar con agua fría, estaríamos ayudando al medioambiente. Otra recomendación que les podemos hacer es que utilicen un detergente y suavizante determinado; hay algunos tóxicos que contribuyen significativamente a la contaminación del agua.
Para crear un entorno sostenible para tu empresa debes saber que la regla número #1 es la honestidad. Nadie es sostenible al 100% y eso lo saben tanto las empresas como los consumidores. El objetivo está en reducir al máximo el daño que le hacemos a nuestro planeta. Debemos ser transparentes y honestos sobre nuestros esfuerzos hacia la sostenibilidad, comunicando tanto los éxitos como los fracasos.
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